Sembrar cuando los huertos han abdicado
Cuando suelo decir que nunca avistaremos en el mundo otra belleza más alta que la que nos habite, estoy hablando de avistarla en otra humanidad que refleje mi alma.
Cuando suelo decir que nunca avistaremos en el mundo otra belleza más alta que la que nos habite, estoy hablando de avistarla en otra humanidad que refleje mi alma.
La vida está llena de misterios inescrutables. Solo quien cree en el misterio puede creer que hay «fuentes profundas» de las que mana una parte de lo circunstancial.
Sea en el silencio o en la palabra, en el anverso o en el reverso del pensamiento, todo carece de sentido —para mí— si no se da en la «contemplación de la belleza absoluta», y creo que esta es posible solo en el corazón como perfección de la razón.
El amor es una planta antojadiza / prende no por virtud del jardinero / sino por capricho / de la tierra