Todos estamos concernidos…
Nada, absolutamente nada de lo que somos está roto o desconectado. Quizás no entendamos el vínculo, pero somos un inexorable hilo conductor de humanidad desde el primer ser humano.
Nada, absolutamente nada de lo que somos está roto o desconectado. Quizás no entendamos el vínculo, pero somos un inexorable hilo conductor de humanidad desde el primer ser humano.
Hay un modo de evitar la soledad existencial: mirar con atención al otro en el momento presente.
Lea era la palabra honda y el sentir diáfano. Eso hizo posible el prodigio de una amistad que perduró a pesar del tiempo y la distancia.
«La abdicación del reloj», «De mí parten las aves esta mañana» y «Mínima filosofía acostado sobre la tierra húmeda».
La filósofa francesa se pregunta a propósito del riesgo: «¿Cómo es posible, estando vivo, pensarlo a partir de la vida y no de la muerte?».
La niebla. ¿Cómo definirla? Es mi alma reflejada en el mundo, y la cruzo en la escucha de su silencio húmedo.
Entiendo por texto panóptico aquel que nos mira y mira el mundo desde una perspectiva distinta cada vez.
Mi soledad es un nosotros rotundo. No necesito el mundo porque llevo el mundo dentro. Y en mí puedo alcanzar todos los tiempos y su eternidad.