Aquí estoy podría ser mi último día o el tuyo ¿Acaso hay diferencia? Enredaderas trepan el silencio Sus flores se asoman a nuestra historia Una de ellas cae sobre mi memoria y te recuerdo A veces la belleza tendrá tu aroma Bengalas crepusculares brillan ahora que dices mi nombre desde la lluvia Estrellas distantes están nevando sobre un calendario lejano y la tierra plena de humanidad está cubierta con la escarcha de tu risa Siempre fuiste la luz del silencio y el silencio de la luz Tú tan magnífica eras el Sol en el cenit del quizás Por entonces amanecía al oriente de tu sonrisa Si miro alrededor estás en la rosa que brota sobre la espalda del anciano Eres el fulgor que rompe el llanto de la viuda bengala crepuscular en la infancia de la noche Hay tanto que agradecer ahora que eres el mediodía del papel sobre el cual escribo mis días Si miro alrededor tú germinas en las manos del pordiosero y eres la melodía que pende de la ilusión arpegio de luz sobre toda desolación
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© 2021 Jerónimo Alayón.
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