El mito de Marsias y Apolo logra codificar simbólicamente el valor de la parresía marsiana en el hecho de que la muerte del sátiro no es infecunda.
Todo aúllo surge en medio de la más espesa niebla de la razón… de modo tal que las certezas del pensamiento lógico quiebran allí sus lanzas contra él.
Las gamberradas literarias han sido propias de todos los tiempos, lugares y clases sociales. El Madrid de finales del siglo XIX y principios del XX fue testigo de feroces encuentros entre literatos… ¿Dónde sino en los cafés?
Afanarse con los engranajes del propio proceso estético de creación pone el acento en la producción textual, que debería ser la principal ocupación de un escritor.
Si hay un domicilio de la verdad, está, sin duda alguna, en la fraternidad de la razón, nunca en el imperio de una mente unánime.
Toda hidalguía de espíritu es, en esencia, una belleza del alma que espera en Dios.
Sin alma no existe tiempo y solo en ella el ángel del tiempo puede convocarnos a la belleza absoluta…
Cuando entendamos que un fragmento es signo de lo absoluto, estaremos en capacidad de ser profundamente detallistas.