Te veo Caminas tiritando tambaleándote tinieblas y frialdad Toda la muerte es noche en tus ojos Apenas sonríes con los labios de la tristeza Tu corazón Tierra Baldía Te veo Cruzas el ocaso por su parte más angosta y te sientas al borde del precipicio de tu alma y lloras perlas de oscuridad No crees ni esperas no sabes de rosas en la nieve Nadie te ha dicho que el corazón del hielo podría ser también un fuego sagrado Nadie Toma mi mano Es poca cosa pero me rescató de un acantilado Algo sabe del amor Mi pequeña alma soportará tu pesado corazón alzado sin cansancio Toma mi mano no temas sus cicatrices ellas te sanarán Algo saben del amor Ponte de pie sobre la mañana el Sol no te esperará Toma mi mano Prometo no llevarte a lugar alguno fuera de ti Juntos viajaremos hasta tu noche En mi mano mis cicatrices guardan una semilla de luz para ti Haremos un huerto de misterio en tu alma oscura y de las tinieblas nacerá ella más luz que las luces mortecinas El viento cruje helado aquí es la muerte y el olvido Toda la desolación tiene de pronto tu nombre y aquí estoy en el centro de tu soledad en tu triste silencio abriendo mis cicatrices Una gota de mi dolor luminoso en el mar de tu dolor sombrío No temas mira el alba de mil constelaciones Hay en ti más luz que en las galaxias cuando se abrazan No temas regresa conmigo al hogar donde todo comenzó al destello que encendió todas las luces Allí la noche es el sagrario del fulgor más alto Deja que tu noche alce su espinazo y abandona la hemiplejia de tu luz Hagamos de tu penumbra vientre fecundo del tiempo Yo siento latir la luz en el seno triste de tu oscuridad Toma mi mano No temas sus cicatrices Ellas solo son versos que el amor escribió una noche de tormenta cuando yo creía estar tan muerto como tú ahora
Comentarios: ¡Anímate! Para mí es importante leer tu comentario al final de la página.
© 2021 Jerónimo Alayón.
Suscríbete al blog para estar al día: