A mi padre
Tomo un libro Está en un idioma que ignoro Da lo mismo si está al revés o al derecho si es el libro o es la vida Bukowski se habría reído de él Dostoyevski lo habría guardado en su biblioteca Pizarnik lo habría escondido dentro de un espejo pero yo no soy ni Bukowski ni Dostoyevski ni Pizarnik Los libros son peligrosos en especial cuando no hablan mi lengua Son pesados los libros de la ignorancia Ahora el libro reposa sobre mi mesa a un lado del poema que escribo pero el poema insiste en mirar al libro # No me gusta escribir poemas como piedras (que me perdone Eugenio Montejo) Prefiero las palabras de aire las que miran libros que asustan las que dicen cosas que no se pueden guardar bajo el mármol y el ciprés Cuando era niño un poema cayó de lo alto al olvido hendió mi frente hasta el papel La cicatriz aún lleva mi nombre ¿Cuántos nombres necesito para entenderme? Cuando era niño me asaltaron preguntas como bandoleros todas juntas la noche que murió mi padre Ellas se robaron lo que había de mí El resto ha sido turismo de espejos # Termino de escribir el poema Un poema es eso (pienso) un disparo al espejo Sé que alguien no entenderá esto pero carece de importancia ahora mientras esté sobre mi mesa el libro que mi padre nunca escribió
Comentarios: ¡Anímate! Para mí es importante leer tu comentario al final de la página.
© 2021 Jerónimo Alayón.
Suscríbete al blog para estar al día: