Conticinio
Sobre una colina en la madrugada el Ángel de la Muerte despliega sus alas Todo cuanto su sombra cubre cae herido de luz negra Niños vestidos de crisantemos penden del párpado del mundo Toda la desolación tiene de golpe un solo nombre ¡tan amado! Y estás aquí tan aquí Todo se cae de sí y se rompe tan lejos de todo y todos tan lejos Tú Señor de la Muerte triunfo del olvido Tú Rechina el viento oxidado en tu aliento cuando dices cada nombre preterido Todos son el arpegio íntimo del alma que dobla la última esquina del tiempo vapor de la vida Quebraré mi espinazo sobre el cenit de la eternidad tallaré en mis huesos todas las fracturas del tiempo abriré mis venas en el delta del dolor todo hasta evanescerme si es necesario pero tú Ángel de las Tinieblas no tocarás un solo haz de ella ella triunfal sobre ti ella más luz que todas las luces perecederas ella Ángel de la Vida
Galicinio
Sobre una colina al amanecer el Ángel de la Vida Ella Abajo en la Tierra Baldía su Ángel Protector cruza rasgando en dos el silencio tan largo La vida flor de cerezo entre dos silencios Ella abre sus alas y se deja caer su sombra es luz todo es un pequeño Sol solo si ella lo mira Ella Llovizna de la Eternidad es su nombre tan puro tan de sí lágrima de lava de su ángel silencioso Ella manantial en roca fiera viento sereno en la borrasca mano fecunda sobre el trigal Llovizna de la Eternidad Todo el dolor sembrado en un huerto de fuego Dolor vuelto fulgor fulgor vuelto ardor en la belleza absoluta Es la hora de abrir los ataúdes lloviznados De ellos germinará el Tulipán de Fuego Nunca más tú Ángel del Olvido Nunca más Siempre ella Escarcha de Luz Ella
Comentarios: ¡Anímate! Para mí es importante leer tu comentario al final de la página.
© 2021 Jerónimo Alayón.
Suscríbete al blog para estar al día: