Medianoche
Es medianoche emboscada de tristezas hojilla del silencio sobre el tiempo Esta noche hay un ruido de cristalería fina cayendo Aquí es la faz oscura de los glaciares y le faltan rieles al Sol para llegar al alba Yo me dirigía a cruzar el ocaso por su parte más sola cuando te vi Soñé con cambiar el final triste de un poema por tus manos Me gasté en ti la poca fe que me quedaba y creí como el ateo que quiere creer con ganas y sangre en las palabras Tuve la rara sed de la fuente que mana tibia en invierno pero los volcanes mueren de frío y olvido amor y no viste el hielo que sembrabas en mí Nada debo reprocharte El amor es una planta antojadiza prende no por virtud del jardinero sino por capricho de la tierra El amor ahora lo sé no lo conquista todo y nos hace extranjeros cuando regresamos del desengaño Debo tomar nota de esto para no olvidarlo El desamor desde el primer día tiene siempre un ruido de auto averiado Yo que habito esta zozobra del amor negado a tajo de espada este cansancio de siglos en la espalda del alma solo pedía cerrar mis ojos cada noche con tus párpados y bajo ellos guardar por si acaso un día se te diera bien la ilusión un pedazo de porvenir Es medianoche aquí amor a pesar del mediodía allá afuera
© 2021 Jerónimo Alayón.
Jerónimo Alayón, En los buques que bajan hasta tu regazo (Washington: Autor, 2022), 45.
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