¿Has oído alguna vez cómo se rasga el tiempo igual que un papel herido cuyas partes ya no se tocan? Nuestro tiempo no es la suma de tu tiempo y mi tiempo Es un solo tiempo y está roto sin ti Si no estás mis minutos ya no saben cómo formarse para completar la hora Cuando sé de ti mi silencio tiene el nombre de tu voz mientras duermes y mis minutos son tus siglos Cuando sé de ti mis manos se parecen a las tuyas después de que acaricias la cabellera de algún frágil recuerdo y mientras sostienes con ellas la luz que hace posible el alba Cuando sé de ti también sé de mí en un modo tan puro que eres mi yo más tú Tu presencia es inseparable de mí pues al estar tan en mí tu ausencia sería la merma de mi yo y tu presencia la perfecta existencia del nosotros Tu presencia no es apenas un cuerpo es una voz que me encuentra aquí donde el corazón se abre porque es surco del alma y tú semilla
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© 2021 Jerónimo Alayón.
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