El mundo
No hay modo de mirarse al espejo sin ser modificados por este.
No hay modo de mirarse al espejo sin ser modificados por este.
La belleza es el latido de Dios en el mundo. Sin ella, está ciego el tiempo y sorda la eternidad que somos.
Esto es lo que buscamos: comprender cómo hacer posible el afato poético en la libertad plural de la razón simbólica cuando el mundo que elegimos para ello carece de libertad.
Durante los últimos años hemos estado trabajando en desarrollar un sistema filosófico-literario que hemos llamado idealismo simbólico.