Steiner y el fracaso del logos
Así, del abandono de la palabra se pasa, según Steiner, a la traición de la palabra
Así, del abandono de la palabra se pasa, según Steiner, a la traición de la palabra
Los logicidas más peligrosos, sin embargo, no son los que disparan contra las palabras, sino aquellos que pretenden corromper las ideas. Hay algo infinitamente más temible que un fusil: la lepra del pensamiento.
«Nuestro horizonte interior se ordena hacia la “opera trabalis” que cada quien ha elegido, conscientemente o no, como signo de un específico flujo de humanidad en el que se ha reconocido o, al menos, intuido».
Esta razón fundada en la recepción pasiva deviene en razón poética en la medida en que pueda «salir de la cárcel de la conciencia».
El artista que contempla el mundo espera extraer de él su logos, un sentido de las cosas que le permita unirse al todo en una dimensión estética.
La misión del poeta es, por tanto, extraer de la mudez de las cosas circunstanciales el logos que hace posible que el sentido de aquellas deje de parecernos no lógico.
La vida es retórica viva. A diario somos cruzados por ella. Todo ejercicio de la razón que aspira elevarse al intelecto es retórico. Luego está el silencio