A vueltas con el «afato»
El afato supone, en tanto que lenguaje, la ineludible modificación del tú enunciatario. Desde esta óptica, hablar es cambiar el mundo.
El afato supone, en tanto que lenguaje, la ineludible modificación del tú enunciatario. Desde esta óptica, hablar es cambiar el mundo.
Finalmente, y este creo que es el sentido profundo de Llull, el conocimiento solo queda justificado por el otro a quien lo comunico. Así que hay en el afato un fin último que es filantrópico en sí mismo: el hacernos. Cuando me preocupo por entender el mundo y explicarlo a otros, ya estoy cambiando el mundo. Hablar es modificar el mundo.