La minúscula infinitud
Cuando ambas armonías —la del mundo y la interna— resuenan, la belleza del mundo se revela a cada quien de modo único.
Cuando ambas armonías —la del mundo y la interna— resuenan, la belleza del mundo se revela a cada quien de modo único.
Quizás hemos esperado demasiado por la tan ansiada revelación heideggeriana y hayamos obliterado la máxima novalisiana de que el infinito está dentro. En cada uno de nosotros reposa una eternidad.