Aproximación a Himnos a la noche (II)
«El tercer canto es el primero que Hardenberg compone, quizás el más críptico de los seis cantos y el axis mundi de la obra».
«El tercer canto es el primero que Hardenberg compone, quizás el más críptico de los seis cantos y el axis mundi de la obra».
«Los Himnos a la noche constituyen una muestra de lo que Novalis denominó idealismo mágico, fundamento sin el cual no es posible entender su obra».
«No hay gratuidad ontológica en el poema… En la entidad del poema, por tanto, palpita el ser de otros entes, una polifonía ontológica cuyas resonancias suponen un difícil ejercicio de escucha».
«Nuestro horizonte interior se ordena hacia la “opera trabalis” que cada quien ha elegido, conscientemente o no, como signo de un específico flujo de humanidad en el que se ha reconocido o, al menos, intuido».
Esta razón fundada en la recepción pasiva deviene en razón poética en la medida en que pueda «salir de la cárcel de la conciencia».
El artista que contempla el mundo espera extraer de él su logos, un sentido de las cosas que le permita unirse al todo en una dimensión estética.
Quien calcina un libro comete un crimen contra la cultura; quien incendia una biblioteca consuma un genocidio cultural.
El afato supone, en tanto que lenguaje, la ineludible modificación del tú enunciatario. Desde esta óptica, hablar es cambiar el mundo.