Carta a Évangéline #5
En toda ruindad habita una partícula de belleza resistente. Solo el poeta que ha educado su sensibilidad podría rescatarla.
En toda ruindad habita una partícula de belleza resistente. Solo el poeta que ha educado su sensibilidad podría rescatarla.
El poeta que escriba sordo al logos apenas fecundará el verbo. Será un artífice que poliniza palabras, pero negándoles el alma que solo por virtud del logos podían tener.
Al poner las cosas inmediatas en la perspectiva de las cosas lejanas tomamos distancia respecto de aquellas, de modo que lo circunstancial en que estamos inmersos deja de ser ilógico.
Entender el mundo es hacerlo humano. Poetizarlo, también. Suena hermoso, pero es a un tiempo terrible: la reducción del infinito logos del mundo a la finitud de la razón poética.
La poesía se nos revela como silencio que delimita el mundo inefable. No es posible encontrar palabras porque la poesía, en tanto que contorno de ese mundo inefable, carece de ellas… Es silencio.