Soledad existencial y humanidad
El absurdo es un constructo de la tribu, pero mi enunciación, como signo, es un ejercicio solitario. La humanidad es la intersección entre el caos tribal y la soledad existencial.
El absurdo es un constructo de la tribu, pero mi enunciación, como signo, es un ejercicio solitario. La humanidad es la intersección entre el caos tribal y la soledad existencial.
Al hombre hastiado de ver cómo se arrebañan sociedades enteras solo le queda elegir la soledad para desmarcarse. Emanciparse de la tribu supone también trazar un camino propio sin olvidar la adversidad ajena.
Si el sentido de la vida —como solían plantear los existencialistas— viene dado por el significado con que pretendemos paliar su absurdidad, hemos resuelto —solo parcialmente— el asunto del vacío de significado, pero la cuestión de la soledad existencial sigue intacta.