El lenguaje en cuanto problema
Ese es, a un mismo tiempo, el sentido y drama de todo leguaje humano: que funge como esfuerzo para sortear el abismo semiótico, pero al cabo nos deja solos… en el silencio.
Ese es, a un mismo tiempo, el sentido y drama de todo leguaje humano: que funge como esfuerzo para sortear el abismo semiótico, pero al cabo nos deja solos… en el silencio.
La ausencia discreta es una virtud difícil de cultivar. Supone optar por ella y otorgarle un sentido que se completará en otras presencias, e implica que la falta de enunciación adquiera sentido en otros enunciados.
Hay, sin embargo, una diferencia sustancial entre la simulación y el silencio ontológico. En la primera, el acento está puesto en la máscara. En el segundo, el acento está en la ausencia del rostro.